¿Alcanza con estar disponible para asegurar el desempeño de mi equipo? Primeros hallazgos de la investigación sobre cómo se cultiva el aprendizaje y rendimiento en las PyMEs
Por Guillermo León Barreto
Hace algunas semanas lanzamos desde ADCA la encuesta sobre hábitos y prácticas en uso en el mundo PyME para facilitar aprendizaje y gestionar el rendimiento.
Si bien la encuesta continúa abierta (https://es.research.net/r/adca2023), el corte parcial de una muestra balanceada en rubros y tamaños, nos muestra una tendencia interesante para reflexionar.
Vamos a hacer foco en 2 resultados, la práctica que aparece hasta ahora como más consolidada y la que ha resultado menos elegida:
Vamos primero a mirar el “vaso medio lleno”…
Todos sabemos que las agendas de los líderes suelen estar explotadas y que, a la función básica de asegurar la marcha del espacio de trabajo, se agregan numerosas tareas administrativas y de gestión que limitan la posibilidad de estar “disponibles” para los colaboradores.
Por eso, que la disponibilidad de los líderes para dedicar tiempo ante consultas sea la práctica más elegida, habla bien de ellos. Son evidencia de que entienden su rol como soporte, priorizan la atención a sus colaboradores y se hacen presentes cuando se los requiere.
Ahora vamos por el resto del vaso…
La disponibilidad del líder para responder a consultas o aclarar dudas resultó la opción más elegida, pero la pregunta en cuestión era: “¿Cómo se aseguran de que cada colaborador/a tenga claro lo que le corresponde hacer, cómo debe hacerlo y cuándo está suficientemente bien hecho?”.
Sólo “estar disponibles” para resolver consultas, no parece ser suficiente a la hora de “asegurar”, porque pone la acción en el colaborador y no en presencia de iniciativa o rutina deliberada de quien conduce.
Podemos suponer con facilidad que no todos los colaboradores sienten la suficiente confianza para pedir ayuda, y que algunos de ellos pueden no percibir que lo que están haciendo no es exactamente lo que se espera y, por lo tanto, no se dan cuenta de que necesitan soporte (sólo por citar algunos obstáculos en el camino entre la necesidad de soporte y la reacción de los líderes).
Por eso remarcamos que asegurar el buen desempeño de sus colaboradores es una de las principales responsabilidades de quien conduce un equipo y que su agenda diaria debiera incluir rutinas que apunten a ese objetivo.
Pongamos ahora el foco en la práctica menos elegida…
En este caso la pregunta era: ¿Qué rutinas tiene el líder a cargo directo de la operación? Y el enunciado menos elegido fue “El líder a cargo realiza todos los días una charla breve al inicio de la jornada (para poner foco, repasar lo que toca a cada uno y/o reforzar el modo correcto de trabajar)”.
A priori, podríamos suponer que con agendas saturadas no hay tiempo para gastar en reuniones.
Sin embargo, la experiencia indica que aquellos líderes que adquirieron el hábito de dedicar un breve momento al comienzo del día (o del turno) a repasar el plan de trabajo, aclarar prioridades, compartir novedades o reforzar recomendaciones sobre las pautas de trabajo, logran equipos de colaboradores mucho más autónomos, informados, y conscientes del impacto del cumplimiento de las reglas en los resultados obtenidos.
Hay en esto una paradoja. La “inversión” de 5 minutos todos los días a repasar o reforzar las expectativas de desempeño, tendrá un retorno de ahorro de tiempo en consultas y el beneficio de una agenda más ordenada y “sin sorpresas” para el líder.
Entonces…
Estas son algunas de las tantas lecturas que podemos hacer sobre el estudio de las prácticas en uso, que nos abre a la posibilidad de hacer visibles ante el mundo PyME las oportunidades de mejora en la gestión del aprendizaje y rendimiento, sin invertir más que el tiempo y la perseverancia en el cultivo de los mejores hábitos de gestión.
Si integras una PyME o tenés colegas que lo hacen, contesta y compartí la encuesta así enriquecemos la muestra con tu aporte.
Una respuesta en “No es lo mismo asegurar desempeño por acción o reacción”
Cómo siempre Guille, nada de perdida de tiempo con grandilocuencias sobre el rol del líder. Se trata de prácticas bien concretas. “Estar disponible” es tan etéreo como ser líder adaptativo. A buen entendedor, pocas palabras